Es duro no recibir ni tan solo un gracias cuando haces algo por alguien
con todas tus buenas intenciones sin pretender obtener nada a cambio, pero más duro es cuando esa persona te reprocha que hayas hecho algo por ella y te dice que no lo hubieras hecho.
Es un sentimiento muy duro, profundo y desagradable cuando alguien a quien tanto admirabas te defrauda. No sabes como reaccionar, si correr a su lado y perdonar o tirar la toalla y abandonar.